martes, 13 de noviembre de 2012

Resumen primer capitulo Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas


La madre vaca

Algunos informes consideran este credo como uno de los factores principales de la pobreza y el hambre en la zona, al mermar la eficiencia agrícola. Pero si observamos los datos sobre el ganado vacuno, vemos que existen muy pocos bueyes, animal que junto con el búfalo de agua, son la principal fuente de tracción para arar campos. La falta de tracción animal es un grave peligro para las familias campesinas, que pueden perder sus propiedades. Las vacas cebú paren bueyes, no están especializadas en la fabricación de leche como las occidentales, aunque la que producen ayuda al sustento de sus dueños. El sistema industrial hindú además consume muy poca energía en comparación con las modernas agriculturas occidentales.Por otro lado, se consigue un mayor aporte calórico cuando se consumen directamente las plantas que a través del consumo de animales, y su carne no se desperdicia pues existen castas inferiores que la consumen, una vez muerta. No existe competencia con el hombre por el alimento, puesto que las vacas consumen mayoritariamente desperdicios, convirtiendo artículos de poco valor en productos de utilidad inmediata, como la leche.El amor a las vacas ayuda a sobrevivir a los humanos en un ecosistema de bajo consumo de energía, donde no existe margen para el despilfarro. Así se demuestra que la India utiliza su ganado vacuno de forma más eficaz que EE.UU., no porque los animales sean más productivos, sino porque aprovechan todos sus productos.

El mismo Gandhi comprendió que el amor a las vacas tenía consecuencias diferentes para ricos y pobres, y que iba aparejado a la agricultura en pequeña escala y al sistema tradicional de vida hindú. El 43% del ganado vacuno hindú se divide entre el 62% de las granjas pobres, que en su totalidad sólo suponen el 5% de los pastizales de la India. La economía de las familias pobres campesinas sería la única afectada por su reducción. Existe además una proporción entre vacas y bueyes de 70/100 que es provocada por la acción humana mediante el sacrificio de becerros hembra, pero siempre de forma indirecta y no reconocido públicamente. Y esta proporción varía según las zonas y los cultivos, en función principalmente de la cantidad de agua de regadío disponible, ya que en los arrozales se utiliza el búfalo de agua y el número de vacas desciende a un 47/100. Lo cual demuestra que el número de vacas se adapta a las diversas zonas agrícolas.

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